Sabemos que lo más importante para el cerebro del niño es el afecto…es el reforzador y el “suplemento nutritivo” más potente para su cerebro y para su vida.
Sin embargo, hoy en día es fácil y frecuente ver niños que viven con un stress increíble. No tienen ni un momento libre, hacen rabietas a cada rato sin recursos para poder manejarla y sufren desproporcionadamente ante pequeñas dificultades. Lógicamente esto incide en su motivación.
La buena noticia es que hace muchos años se descubrió el antídoto contra este decaimiento actual infantil: el juego!!!
El juego es una actividad que se realiza para entretenerse y en la que se ejercita alguna capacidad o destreza, por eso, es una de las mejores herramientas para favorecer el aprendizaje, la motivación y el desarrollo de las habilidades sociales.
En el cerebro infantil pasan cosas impensadas cuando juega: Porque el juego genera hormonas en el cerebro:
La serotonina, encargada de reducir el stress y regular el estado de ánimo.
La acetilcolina que fomenta la concentración y la memoria.
Las endorfinas que le transmiten al niño calma y felicidad.
Y la dopamina, responsable de la imaginación…a ella le deben los niños la creación de hadas, monstruos y seres fantásticos!
Por todo esto, el juego abre las puertas de la imaginación y la creatividad de los niños, los mantiene en forma, los ayuda a generar estrategias y a resolver conflictos y les enseña a crear normas y respetarlas. Libera de la presión, es desestressante. Ayuda a establecer lazos sociales y potencia el desarrollo interno del niño.

Ahora veremos por qué conviene “recortarles” el tiempo que estén frente a dispositivos móviles…se ha descubierto que el uso inadecuado de la tecnología puede interferir en:
La calidad del sueño
La capacidad atencional
La calidad de las relaciones interpersonales
La tolerancia a la frustración
La habilidad para esperar
Me consta que a veces es difícil dar de comer al niño, o esperar en el pediatra sin ponerle el móvil, pero creo de verdad que es un esfuerzo que merece la pena, porque ese momento “complicado” que podemos tener hoy redundará en mejor capacidad de concentración o paciencia en un futuro!
Además como siempre que ponemos límites las primeras veces es más complicado y después de dos o tres días el niño se olvida del teléfono y está tan feliz jugando a otro tipo de juegos más beneficiosos para su desarrollo.
Algunos consejos prácticos que pueden ayudar a la hora de manejar adecuadamente las pantallas son:
Manejar adecuadamente los caprichos y la rabietas, no usar las pantallas para calmarlos!!
Modelar el manejo de la frustración
Enseñarles a relajarse y manejar sus emociones: les dará recursos para poder ir lográndolo solos.